Hola, soy Lur (Tierra) y como tal soy bipolar. No sé si es apropiado decir que soy bipolar o es mejor decir que sufro de trastorno bipolar... la cuestión es que lo de los cambios extremos las más grandes alegrías y las más profundas tristezas me han acompañado desde que tengo uso de razón. Era una niña de 11 años y ya pasaba noches sin poder dormir en primavera, noches en vela con actividad incesante, ordenando mis libros, mis preciosos libros, mis más queridos amigos de toda la vida.
Por lo que he estado leyendo por la web las causas del tastorno bipolar pueden ser varias y yo las tengo o he tenido todas.
Tuve mi primer episodio maníaco a los 23 años, por entonces vivía una situación kafkiana que intentaba sobrellevar alimentándome de porros y cubatas, hasta que un buen día me entró una tiritona como si algo me hubiera poseido, según los que estaban a mi alrededor físicamente estaba completamente desencajada. Estuve así una semana aproximadamente sin comer apenas y sin dormir. Cuando se me pasó tenía la sensación de que podía hacer cualquier cosa, así que me subí a unas escaleras y pensé que podía tirarme de allí y volar... estaba segurísima de que no me iba a pasar nada. Afortunadamente me acordé de un amigo que también estuvo a punto de tirarse y que no lo hizo... y yo también decidí no tirarme.
Lo que creí un simple resultado del abuso de las drogas y del alcohol se repitió quince años más tarde en una situación laboral más que estresante. Pero ya no tomaba ninguna clase de droga y esto lo hacía aún más incomprensible, no entendía cómo era que se me podía haber vuelto a ir la olla, hasta que un psiquiatra me diagnosticó trastorno bipolar.
La medicación que me dio además de dejarme como una zombi no impidió que tuviera recaidas, depresiones bastante fuertes, así que dejé la medicación por mi cuenta y me fui haciendo cargo de mis subidas y bajadas, evitando situaciones estresantes lo mejor que podía, hasta que recientemente he tenido otro episodio maníaco y he empezado de nuevo con la medicación.
Una de las cuestiones más tristes de esta situación es que no puede hablarse abiertamente apenas con nadie, y eso hace que a veces uno mismo no se dé cuenta de cómo está. Es por eso que abro este blog, el blog de Lur, de una bipolar como la Tierra misma.